Laura Butragueño, nos cuenta la historia de La Cooperativa del Campo San Isidro Labrador, que aglutina más de 75 años de historia entre olivos, pinares, frutales e higos. Sus olivares datan del 140 d.C en plena era romana, y se encuentran ubicados en Pedro Bernardo (Ávila), pueblo castellano por excelencia conocido como “El Balcón del Tiétar”, debido a sus espectaculares vistas del Valle del Tiétar y los Montes de Toledo.

La cooperativa ha sido recientemente premiada con el Premio a la Excelencia de Ávila Auténtica. Esta iniciativa tiene como objetivo poner en valor y aumentar la visibilidad de la oferta alimentaria y gastronómica de la provincia Ávila. La cooperativa ha sido premiada por haber sabido reconocer e interpretar un nicho de mercado, consiguiendo utilizar y dar valor a un producto considerado como de desecho, consiguiendo el desarrollo de una nueva gama de productos basados en el higo de cuello de dama.

La campaña de recogida de la aceituna, una tradición familiar

Esta campaña que ha comenzado recientemente en la región es todo un acontecimiento familiar y tradicional. El clima templado y las suaves precipitaciones dan como resultado un aceite de montaña con un intenso aroma a florales y herbáceas con todo el sabor de esta tierra. Un Aceite de Oliva Virgen Extra destacado y único que, junto a los Higos Cuello de Dama, destacan como productos delicatessen del mercado.

Aceite de Altura en búsqueda del DOP

Esta cooperativa forma parte de una Asociación de Olivareros que, desde hace dos años, persigue lograr que el aceite de oliva del sur de Ávila consiga un nombre comercial reconocido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la propia Unión Europea. Ávila es una provincia con escaso eco a nivel nacional en su producción olivarera, razón por la que este grupo de cooperativas y una almazara privada quieren hacerse con un hueco en el mercado gourmet y la restauración del aceite de oliva virgen extra de calidad.

¡Apadrina un Olivo! Por la supervivencia de nuestros pueblos

El aumento de la despoblación rural en este pueblo, Pedro Bernardo (Ávila), ha supuesto el abandono de olivos centenarios. Con esta iniciativa la cooperativa busca ayudar a que los jóvenes de esta región puedan apostar por quedarse en el pueblo.