En plena serranía de Cuenca, concretamente en Villalba de la Sierra, nace este proyecto de emprendimiento regentado por Rodrigo González, ingeniero de profesión, que decidió volver al pueblo y apostar por la creación de un negocio basado en la explotación de ganadería carpina. Rodrigo ya elaboraba de forma casera sus propios quesos y vio una oportunidad de profesionalizar esta afición y convertir en realidad “La Cabra tira al monte” un naming que hace honor al refranero español y que refleja en esencia la historia de Rodrigo: una vuelta a los orígenes, con las cabras como protagonistas.

Esta quesería además de vender sus productos in situ, en los restaurantes y supermercados locales, lo hace a nivel nacional gracias al descubrimiento de la digitalización. Desde que abrió su cuenta de Instagram y Whatsapp Business las oportunidades de negocio se han multiplicado al igual que sus ventas, logrando vender el 100% del producto que generan sus cabras, a toda España. Esto no hubiera sido posible sin haber abrazado la digitalización de su negocio.

Actualmente “La Cabra tira al monte” cuenta con 250 cabras de las razas “blanca celtibérica”, “cabra del Guadarrama”. Son razas autóctonas de la península y dan lugar a unos quesos únicos determinados por la alimentación natural procedente de los frutos y plantas de la sierra donde pastan. Además, las cabras actúan como “desbrozadoras” naturales ya que se alimentan de matorral y otra vegetación del monte, regenerándolo y reduciendo la posibilidad de incendios y mejorando la biodiversidad.

En definitiva, para Rodrigo, “la vida de pueblo es la vida mejor”, y sin duda, con «La Cabra tira al monte» no solo ha cumplido un sueño, sino que ha generado empleo en la zona, ha realizado sinergias con otros emprendedores locales, y además, es un foco de atracción de visitantes a la zona, gracias a las actividades granja-escuela que organiza para dar a conocer como se crían estos animales y cómo se elabora el queso.